El debate sobre el aborto culminó ayer con la cuarta marcha de Ni una Menos frente al Congreso de la Nación y promete una votación con telón de fondo verde. Mujeres jóvenes cantaron al son de la batucada, tiraron pétalos de rosa y marcharon para ganar el voto de los diputados indecisos. ¡ Vivas nos queremos! era la frase que más se leía en las remeras y banderas. El miércoles trece de junio  se votará el dictamen definitivo, preparado por los 105 legisladores de las cuatro comisiones Salud, Familia, Legislación Legal y General. Esta es la sexta vez que la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito en doce años.

      Generar una nueva conciencia, con menos discriminación y mayor tolerancia, ayudará a comprender el problema del embarazo no deseado, sin chocar con tabúes y postulados religiosos. Si bien la Argentina es un país católico, no todos sus habitantes abrazan la misma fe, argumento que derrumba a todo aquél que quiera centrar el tema en el dogma religioso. En el caso de que se apruebe la ley, llevaremos la delantera en los derechos de la mujer en la región, mejoraremos las condiciones de los abortos actuales (clandestinos y hechos en condiciones que ponen en riesgo la salud de las jóvenes) , disminuiremos la muerte por mala praxis y, sobretodo, ampliaremos la conciencia poniendo sobre el tapete la educación sexual y debatiendo sobre el uso de los anticonceptivos.
       Tapar un problema no significa resolverlo. Unificaremos e protocolo de las provincias y podremos dar una oportunidad a las niñas violadas para que sigan sus vidas y no sean madres a los trece años. Habrá estadísticas, apoyo psicológico, se hablará del tema. Dejaremos de sentirnos criminales cuando decidamos hacer nuestra programación familiar.  Abortemos o no, saldremos de la vigilancia del sistema patriarcal y nos sentiremos más acompañadas, más unidas.