El Alma no conoce la diferencia entre un Audi y un Fiat. No le importa en absoluto si su teléfono es un smart de última generación o una antigüedad tecnológica. Al Alma no le hace diferencia si el hotel tiene cinco estrellas o es una posada. No se nutre de alimentos exquisitos, seleccionados por manos impolutas. El alma no es vegana ni carnívora, sino que se alimenta de arte, naturaleza y espiritualidad. El Espíritu de la Profundidad es su gran anhelo , su amor esquivo . Cuando se encuentran, el mundo cambia . Es un romance que le hace experimentar , a veces, experiencias dolorosas, pero la mayoría de los momentos que pasan juntos son difíciles de olvidar por lo bellos e intensos. Nuestra Alma y el Espíritu de la Profundidad están hechos uno para el otro, pero no siempre se llevan bien. Él no hace concesiones, nada que no sea genuino, auténtico y sagrado le interesa. Alma quiere ayudar a su hermana Mente a evolucionar, pero le han dado los hombres un puesto muy elevado en la jerarquía terrenal y ahora se cree que todo lo puede. Le hace gastar un tiempo precioso , que podría estar utilizando para encontrarse con Espíritu de la Profundidad, que no le tiene mucha paciencia a Mente. Así están las cosas en el Reino Interior. Nosotros podemos ayudar al romance, dejándonos de seguir las órdenes de la Mente Tirana, que nos exige comprar baratijas inútiles que no le suman nada a la gente, llevando nuestra heroína por las tiendas atiborradas de chucherías con la esperanza de que su hermana entienda algo de la vida. Espíritu de la Profundidad sabe estar solo y le encanta el silencio. Yo que usted escucharía sus razones.
(La imagen es del Libro Rojo de Carl Gustav Jung, ilustrado por el autor)