Leeremos cincuenta veces el por qué la fecha de hoy se relaciona con San Valentín y lo olvidaremos a la media hora porque nada más absurdo que asociar el Día del Amor  con el santoral católico. Por más piadoso que haya sido, promotor de las parejas, qué puede saber un santo del erotismo que inunda a dos seres que quieren unirse uno al otro? Como fundadora del club virtual Desobedientes, en dónde no hay ni habrá cuota ni carnet, libero al honorable San Valentín del cargo pesadísimo de soportar los pedidos y las quejas de los románticos y proponiendo que pongamos en manos del mismísimo Dios tamaña responsabilidad.

       Será  el único día en el que podremos flotar en el aire sin disimulo, celebrando presencias y ausencias, ya que el amor no sólo es táctil y en tres dé como nos ha demostrado Dante , el florentino que escribió la Divina Comedia después de haber conocido a Beatriz, a la que vio una única vez y no le tocó un pelo.

         Cuando Dios acepte la moción de hacerse cargo de los enamorados podremos mandar mensajes de corazón a corazón prescindiendo de los celulares y sin que nadie sepa qué le dijimos a la persona amada. Se sorprenderán algunos que no se dieron cuenta hasta entonces  que fueron importantes para otro , confesarán los  que no pudieron olvidar jamás aquél encuentro y los tímidos revelarán que aún guardan la flor emblemática entre los libros. No habrá distracciones, Alzheimer ni doppings ése día que puedan  aletargar el poder que tienen las almas cuando se reconocieron afines. Nos será dado el poder de sanar las heridas de los amores maltrechos, de las traiciones que no pudieron ser perdonadas y que a causa de eso, clausuraron algunos corazones que yacen herrumbrados . El que no tenga a quién abrazar, le será dada la oportunidad de querer volver a hacerlo. Porque está escrito: cuando uno esté listo, llegará el Maestro. Y no hay maestro  más grande, poderoso e infinito que el Amor, sentimiento que nos recuerda el origen divino de la vida.