Regina existe. Es mi amiga de infancia.Les aseguro que no es un espíritu como el maestro Djwal Khul, que animaba a Alice Bailey a escribir, esa excusa absurda que usó para encumbrarse, cuando en verdad D.K era un invento para ventilar los secretos que le había confiado Madame Blavatsky antes de que la joven pegara el portazo de la sede de la Sociedad Teosófica en la década de 30. Igual estamos agradecidos por la Gran Invocación, esa oración preciosa que nos legó. Con Regina decidimos cambiar figuritas y postear reflexiones de nuestras charlas eternas, yo en mis redes y ella en las propias y el primer tema que elegimos fue el insomnio.
Ralph Blum en su obra Book of the runes confesó que la idea más taquillera en ventas sobre el oráculo nórdico, escrita en 1982, surgió en una noche desvelada. ¿Cuántos poemas, guiones, canciones y teorías habrán nacido en el mismo marco. ¿Cuántas habrán tenido el mismo comienzo? No suelo tener insomnio, pero cuando me ha tocado en suerte jamás lo he padecido. Leo, escribo, dibujo, practico asanas, aunque sepa que al día siguiente tengo que levantarme temprano, no lo tomo como algo grave, más bien lo vivo como una aventura, el quiebre de un hábito rutinario. Le conté que la mitad más uno de mis amigos acá en Buenos Aires duermen empastillados. Al parecer en Brasil es igual. Me dijo que en una ocasión, en un happy hour con las colegas que se reunián los viernes del trabajo, escuchó a una de ellas quejarse de las noches pérfidas, de lo agotada que había sido su semana por el mal descanso y que se sorprendió que la mayoría de las presentes había incursionado en los fármacos. Una de ellas levantó la copa a viva voz, y brindó, _¡ Benditos Psicotrópicos!
Henry Bergson ya decía que el sueño, el olvido y la muerte eran hermanos. Una cultura que no nos ayuda a entender la muerte, tampoco te enseñará a dormir sin sobresaltos.
¿Por qué no nos inducen a afrontar los problemas simples, esos que nos pasan a todos, de manera más profunda? Porfiada, empecé a googlear la palabra insomnio y encuentro, problemas persistentes para dormirse, trastorno del sueño. Nada alentador. Sigo. La mayoría de los casos estan relacionados con hábitos inadecuados de descanso. Te retan, encima que la pasás mal te hacen sentir un adefesio. Luego, el peor de los hallazgos, Si bien el tratamiento puede ayudar, esa condición no tiene cura.
Concluyo, estamos en una sociedad en donde encontrarse con uno mismo se ha vuelto peligroso. La madrugada, el silencio reparador, el tiempo para la reflexión y la plegaria son incómodos, ya no deben existir para la matrix. Te transforman en un revolucionario. Regina opina que si viviéramos en países seguros podríamos salir a caminar por las noches, a mirar la luna, a conectar con la naturaleza. Para ella, y creo que me convenció, es el momento de la conexión espiritual más serena y afirma que no siempre descansar la mente es dormir. Recordé que muchas de las personas que vienen a los encuentros de Runas suelen despertarse entre cuatro y cinco de la mañana, regularmente. La mayoría de ellos son tarotistas, reikistas, astrólogos, runemals y vitkis. A causa de eso me puse a investigar: monjes tibetanos, sacerdotes, yoguinis y chamanes suelen referirse a ese momento la hora del meditador. La explicación teórica es que esas personas obedecen al llamado del maestro interior a beber de la gran fuente de la sabiduría. Es cuando menos vibraciones descontroladas hay en la atmósfera, menos ruido en las casas y en los templos.
Me niego a naturalizar el insomnio como enfermedad crónica, la narcotización como solución a largo plazo, a aletargar nuestra percepción para no sentir angustia. Desdramatizar el problema ya sería gran parte de la solución. Quizá el no dormir sea un pedido desesperado de nuestro inconsciente para revertir situaciones, para conectarnos con uno mismo y con la divinidad que nos habita. Mientras tanto, millones de pastillas son ingeridas cada noche para inducirnos a un sueño químico, sin recuerdos ni sueños, garantizando la productividad de una sociedad en dónde el amor, el cuerpo , hasta la inteligencia buscan ser cada vez más artificiales, en detrimento de lo humano.
Ilustración de Andrea Kouch
Agradecimientos a Regina Lúcia Alves Bezerra