¿ Cuál es la virtud que más aprecio? La Constancia. Opuesta a su rival, la impulsividad, ésa emoción estable y regeneradora inspira a la reflexión y a la profundidad. Poco reconocida por los humanos , la constancia es silenciosa y muchas veces abnegada.  Sin embargo,  no se llega a ningún sitio honorable si no es de su mano. Quizá por no haber sido iniciada en sus misterios, tuve que aprender a ser constante por la admiración que me provocan los que portan sus insignias. Grandes autores, creadores de obras monumentales como el mitólogo Joseph Campbell , Marguerite Duras, Borges, me enseñaron a rozar su manto en la  adolescencia  y en la juventud, ya en la universidad, con el grado de complejidad que implica una carrera, pude adentrarme  en los ritos de su círculo sagrado. La Alegría vino conmigo. Es la primera emoción de la que tengo registro. La Pasión, el “pan nuestro de cada día”, junto con la Fe son mi quintaesencia , ojalá nunca se me pierdan en el camino. Pero la Constancia es una conquista y el Yoga ha sido un gran aliado en éste camino. Frustrarse y volver a intentarlo es la única fórmula que conocen los yoguis para alcanzar sus metas. Aprender idiomas es otra manera de estrellarse y recomenzar, una lección permanente de la maestra Constancia. Ya soy su discípula, nos reconocemos mutuamente y compartimos recuerdos de un largo camino juntas. He aquí mi agradecimiento.