Cuando la artista plástica francesa Sophie Calle recibió un desplante amoroso vía mail pensó, esto no es lo que haría un caballero… El texto argumentaba que la cosa ya no daba para más, que él tenía que decidir entre ella y otras tres relaciones paralelas, que la cosa se ponía complicada, que la amaría por siempre y terminaba con la frase que tituló la muestra con la que hoy corre el mundo, Cuídese mucho. Fue leyendo esa frase que se le prendió la lamparita a la talentosa Sophie. Le reenvió el mail  a 107 mujeres de su entorno, todas reconocidas en sus profesiones , tarotista, DJ, ejecutivaa, cantante de tango, rapera, abogada, para que le contestaran a su ex, el escritor Grégoire Bouillier. Entre las convocadas están la actriz Victoria Abril y la cantante Laurie Anderson. Las fotografió y produjo 40 vídeos con las contestaciones más desopilantes que la mente humana pueda imaginar. El Don Juan francés quedó de una pieza .

      Muchas de nosotras han estado en situaciones parecidas a la de la protagonista de ésta historia. Cortar una relación por mail , por whatsap o por teléfono es una manera de “no dar la cara” y deshacerse de un vínculo molesto. No obstante, es una garantía de felicidad futura que alguien así esté lejos de nuestras vidas. A veces hay que agradecer al Universo que la ruptura suceda de modo tajante. Como recuerda la oración de los griegos a Zeus “Dádnos lo que necesitamos, nunca lo que te pedimos” , no siempre generamos relaciones sanas.  Una actitud como ésa elimina cualquier posibilidad de retorno y de los vaivenes típicos de vínculos en los que uno queda a merced del otro.
     Lo más bello de la anécdota de Sophie Calle es la red femenina que supo armar ante el dolor. Algunos lo verán como una sabrosa venganza, otros como la típica reacción de una mujer despechada. Yo, en particular, me siento convocada por su muestra , la que supo  reunir a hembras dispersas por el mundo, de distintas razas, credos y nacionalidades, en una carcajada global.