Estar destinado al éxito, equivocarse apostando al dólar o tomar el boleto para el tren bala que saldrá de la estratósfera son algunas de las profecías hilarantes que jamás se cumplieron. Vivir de la ilusión de ser el país más importante dela región, el más rico, el que tiene las arcas que jamás se vacían del todo, sólo pierde el primer puesto del delirio a su primo hermano Brasil, famoso por acuñar la frase “o maior do mundo”.

    En 1996 el entonces presidente Menen, delirante modo avión, dijo ” Dentro de poco se va a licitar un sistema de vuelos espaciales mediante el cual desde una plataforma que quizás se instale en Córdoba, estas naves van a salir de la atmósfera, se van a remontar a la estratósfera y desde ahí elegir el lugar donde quieran ir, de tal forma que en una hora y media podremos estar en Japón, Corea o en cualquier parte del mundo”
     Algunos lo extrañan al patilludo. Mucho tendremos que haber sufrido para enaltecer a quién destruyó la red ferroviaria del país, privatizó hasta el Obelisco y convirtió el país en un cabaret. Ahora el país mira a Moyano, el único beneficiario por el cementerio de trenes que coronó Jaime y su equipo en la era K. Recuerden que ésos señores llegaron a comprar chatarra oriental a precio de oro. Levántate y anda, Argentina!!! Es hora de sacar el país adelante sin creer en los pececitos de colores.