La unión entre sol y la luna han causado controversias a lo largo del tiempo. Para muchos pueblos ha sido una señal propicia y para otros, infausta. Salir de la rutina, suspender la luz habitual fue considerado un mal presagio para los egipcios y los chinos, no así para los camboyanos y los alemanes , en donde el sol es femenino (die Sonne) y la luna, masculino (der Mond). El encuentro entre el hermano y la hermana incestuosos recuerda un período en el que el matrimonio cosanguíneo era sagrado. También cuenta la Historia que esas uniones engendraron descendientes con enfermedades genéticas que hicieron añicos sus dinastías, razón por la cuál tales uniones pasaron a estar prohibidas.
¿ Es bueno o malo un eclipse? Ni uno ni lo otro, simplemente nos recuerda el acoplamiento de lo prohibido, el tabú, el precio que tuvo que pagar la humanidad por no aprender las lecciones de la naturaleza. En lo personal, creo que el eclipse es la oportunidad en la que debemos enfatizar las soluciones y no regodearnos tanto en los problemas. Por lo pronto, los astros terminaron siempre por tomar cada uno su órbita, a sabiendas que algún día volverán a encontrarse para reavivar la llama de ése amor secreto, aunque nos espante.