Palabra de moda, proviene del griego holos que significa todo o total. En 1926, el filósofo y estadista inglés Jan Christiaan Smuts lo describió como “la tendencia de la naturaleza de obrar desde una evolución creativa para formar un todo integrado”. En suma, siempre que se analiza un sistema desde el todo, sea filosófico, biológico, educativo o psicológico, estamos dándole un enfoque holístico.

En la medicina actual, encontramos a menudo profesionales que no sólo buscan el bienestar del paciente y la desaparición del síntoma que lo aqueja, sino que miden su energía vital, toman en cuenta su postura , el equilibrio psicofísico y, sobretodo, incluyen la prevención a las enfermedades. Para eso incorporan al tratamiento distintas técnicas como el yoga, arteterapia, homeopatía, acupuntura, flores de Bach, llegando algunos a analizar la carta astrológica del paciente. Por otra parte,  éste abordaje no  está bien visto por los alópatas, amantes de la medicina tradicional, que consideran ésas prácticas  ejercicio ilegal de su disciplina.
En una época en la que Suiza instituye la homeopatía en su red sanitaria , Alemania ofrece a sus enfermos clínicas de recuperación con musicoterapia y acupuntura y Francia legitima la osteopatía cómo pasión nacional, no veo por qué no ensanchar las fronteras de la salud.  Los intereses de los laboratorios farmacológicos se esconden detrás del prejuicio instalado en la sociedad americana y latinoamericana por la medicina no-convencional son muy grandes. La venta diaria en las farmacias de todo tipo de medicamentos , desde ansiolíticos, antibióticos, antidepresivos, analgésicos, muchos de ellos auto ministrados por los enfermos, revela, por simple deducción , el motivo del desprestigio de las técnicas de sanación holísticas,  más simples, económicas y no adictivas.  Recordemos que Barack Obama no pudo con los intereses de la medicina privada en su país y enfrentarlos lo sumió en una crisis que le costó superar.
Ojalá nos permita el Estado tratar nuestras dolencias como se nos dé la gana, otorgándonos libertad para elegir, cuidando nuestro bolsillo y proponiendo una medicina preventiva en la salud pública que no redunde en el beneficio exclusivo a las prepagas y a los megalaboratorios.