El sistema de salud actual es insalubre. Las clínicas privilegian la administración de sus riquezas a los pacientes, los laboratorios lucran de una manera tan alevosa que las familias que los administran se encuentran entre las grandes fortunas del mundo, la prolongación de la vida a cualquier costo se ha vuelto un comercio vil que involucran desde obras sociales hasta  geriátricos. No es fácil morir en éstos tiempos. Tener una prepaga, en el pasado garantía de bienestar, se ha convertido en un arma de doble filo. Con tal de mantener a un paciente vivo, lo conectarán con mil tuberías y lo transformarán en un astronauta en pleno centro urbano.

       ¿ En dónde empieza el ideal humanista en la medicina y dónde termina? Es natural parir a los cincuenta años, vivir hasta los ciento diez años sin valerse por sí mismo o mantener un cuerpo en estado vegetativo durante años ( cómo sucedió con Gustavo Cerati) fomentando viva la esperanza de toda una familia, el ideal del milagro, aprovechándose del dolor para el enriquecimiento de unos pocos?
         Elijo la medicina alternativa como método de prevención y sin renegar de los avances  de la ciencia, me pregunto ¿ por qué en Alemania, país de primer mundo, la homeopatía está contemplada como ciencia y en nuestros países  sigue teniendo mala prensa? Por qué la única medicina aceptada por éste sistema perverso es la que cura el síntoma y no la que lo previene?
         Hasta que no hagamos una verdadera revolución entre todos para curar el sistema médico que nos engaña, empobrece y nos trata como un número, estaremos condenados a las historias con final infeliz.