El asesinato del niño Gabriel Cruz, de ocho años, perpetrado por su madrastra Ana Julia Quezada  en España abrió una polémica mundial sobre el rol de las nuevas esposas y los hijos del matrimonios anteriores de sus actuales parejas. Tras confesar el crimen y quedar detenida, la villana de cuento agregó que “no sabe por qué lo hizo”, dejando la duda si fue por ensañamiento o por celos.

        La experiencia humana sobre la Tierra no es  sencilla. Tratamos de ensanchar permanentemente nuestros conceptos para poder adaptarnos a los cambios de toda índole, no obstante, con asombro nos encontramos con personas que se ajustan a los personajes de las leyendas, cuentos y mitos, como si el libreto hubiese sido escrito para que ellos lo actuaran.Cuando  se da ésa situación, estamos ante un Arquetipo. La palabra tiene  origen griego, arkhetupos, que significa modelo primitivo. Según el Dictionnaire Encyclopédique Petit Larousse en Couleurs, es un modelo ideal que no conoce geografías ni época,  un conjunto de características que actúa sin que la persona se dé cuenta.
         Cuando se piensa que  las madres aman y las madrastras odian, evocamos a un pensamiento antiguo que se ha metido en el imaginario colectivo. Sabemos que en dónde obra la conciencia y el amor eso no ocurre. Sin embargo, los que no se atreven a ir más allá de sus pensamientos primitivos, los que no evolucionan y deciden actuar sin pensar en el bien común, incurren en los errores clásicos, en muchos casos, cometiendo atrocidades.
         Ojalá nos animemos a superar las dificuldades vinculares que representa toda nueva relación y no nos dejemos llevar por ejemplos como el de Cruela de Vil y el de la Reina Madrastra.