La enfermera Bronnie Ware estuvo durante muchos años en cuidados paliativos, ayudando a morir en Sydney , Australia y observó que las personas que esperaban la muerte pensaban más o menos las mismas cosas. Por esa razón decidió escribir un libro llamado The Top Five Regrets of the Dying, que traducido es algo así como las cinco cosas de las cuales uno se arrepiente antes de morir.
Para hacerlo más misterioso empezaremos por la última frase , la de menor consenso, que es “me gustaría haber sido más feliz”. Menuda abstracción, ése pensamiento puede abarcar una extensión similar a la de Buenos Aires – La Plata o la de Buenos Aires – Beijing, según la profundidad de cada pensador. Sigamos por la cuarta; ” hubiera estado más en contacto con mis amigos“. Comprensible, las relaciones de amistad fraternales son un bálsamo que cura heridas y fortalece el alma. Sociabilizar nos hace sentir parte de la humanidad, crea redes, ayuda a pensar. El tercer pensamiento es “ si pudiera volver atrás expresaría mejor mis sentimientos”. No sé si un enfermo moribundo australiano pensará las mismas cosas que un argentino, es posible que no. Igualmente, creo que los varones son más proclives a tener ése tipo de reflexión. La segunda, que me hace volver a pensar en la idiosincrasia particular de cada pueblo y el el género de los entrevistados es “ desearía no haber trabajado tan duro“. ¿ Un chino tendrá esa conciencia? un caribeño? Y la más resonante, la reina de las frases que concentran arrepentimiento es “ hubiera querido vivir una vida acorde con mis sueños y no con lo que esperaban de mí“. Creo que es un título merecido y universal. Como nadie tiene garantizada la estadía, vendría bien empezar a pensar mientras estamos activos qué no estamos haciendo para cortar la cinta de llegada con la alegría de los que supieron alcanzar la meta.