En un tiempo en donde se instala el término memoria Google, citado en el libro Infinito en un junco, de Irene Vallejo , a causa de la relevancia que ha obtenido la nube al almacenar información de todo tipo, transformando nuestro modo de recordar, por lo tanto, también el de olvidar, pensé en lo importante que sería transmitir a los lectores mi idea de memoria. Como saben, uno está hecho de los tantos autores que lo han formado y es una estructura que no termina de completarse mientras respiramos. Quizá a eso llamemos vida activa. No obstante, también estamos hechos de buenos amigos que nos instan a seguir en el sendero de la exploración. En este caso, estoy custodiada por una experta, M.C Calvo. Una mañana llamé para preguntarle ¿Cómo explicar algo que me pasó infinidad de veces a lo largo de estos años en el trabajo y que siento la necesidad de poner hoy en palabras? He aquí una síntesis que trata de explicar mi concepto de memoria en el marco de la actividad oracular. 

Como la mayoría de ustedes sabe me dedico a la lectura de runas.  Es un encuentro individual de dos horas en el que, en la primera parte, las runas elegidas y dispuestas de una determinada manera relatan una historia secreta, la que ni siquiera el consultante conoce ya que se refiere a una vida pasada, por lo tanto, olvidada.  A eso llamo lectura del Campo del Sol. En lo personal, antes de adoptar la reencarnación como legado religioso hinduista o chamánico como única posibilidad, prefiero pensar en una experiencia del individuo que está disponible en la memoria del mundo en un plano sutil y que se manifiesta según sus necesidades, brindándole respuestas. Esa narración se da en un tiempo histórico y geográfico diferente al que se encuentra el consultante en este momento. En muchas ocasiones verifiqué que la historia que relataba eventos de su pasado era análoga a la de su s presente. Por ejemplo, no es infrecuente ver que personas que murieron en la guerra sigan padeciendo males auditivos a causa del estallido de una bomba, sufran delirios de persecución y desarrollen fobias de varios tipos.  

El lente que mira a un humano, en retrospectiva no encuentra historias edulcoradas como la de los folletines, sino con existencias, plenas de conflictos y desafíos. Y en el transcurso de la sesión, de la mano de las historias que encuentran mi voz para hacerse audibles, le explicaba a mi interlocutora, me deparo con verdaderas perlas . Hoy quiero detenerme ante  una que tiene un brillo  especial , la  memoria de adherencia. Eso sucede cuando el consultante detecta un evento que se da de manera casi idéntica en su historia secreta y en la biográfica. 

Recuerdo haberle contado a una consultante la causa de su fallecimiento en su vida anterior, una picadura de serpiente y en el preciso momento en que se lo dije, sufrió una baja de presión. El horror que le produce ese animal ha hecho que cancelara viajes y se restrinja a un ámbito meramente urbano.  También destaco el caso de un señor que huyó de su padre castigador en el siglo XVIII y en el siglo XX salvó a su madre de una paliza perpetrada por su esposo, quien era también su padre.   Esos momentos revelados suscitan una gran emoción, ya que desconozco los detalles de la vida del que está delante y muchas veces sólo el consultante conoce el suceso.  

Cuando logramos obtener esa clase de información, un horizonte nuevo se despliega ante nuestros ojos.  

En Materia y memoria, Henry Bergson define el recuerdo como “el punto de intersección entre el espíritu y la materia” (página 31, editora Cactus, 2010) 

Reforcemos lo que entiende el autor sobre qué es el espíritu, el alma colectiva que permite y ampara la evolución de la humanidad.  Es plural, mientras que el alma singular.

Para adentrarnos en las complejidades del ser, con todos sus matices, necesitamos mucha compasión por la historia del otro, un gran compromiso con uno mismo y la certeza de que todo rescate de alegría y potencial de vida alimenta la salud del gran espíritu componedor. Si no comprendemos que el que tenemos enfrente forma parte del la intrincada estructura que nos convoca e implica, el despertar será a medias. 

Cuando el telón de una vida se despliega y nos muestra sus logros y sus heridas más vale estar atento a las heridas, resaltando la importancia de los logros, porque un alma sensible debe saber salir del estupor que provoca el dolor que la sigue visitando de la mano de la esperanza y del compromiso. 

 El biólogo Rupert Sheldrake en sus estudios sobre campos de resonancia isomórfico dice, Como sucede con los campos morfogenéticos, los campos conductuales dependen por resonancia mórfica de sistemas anteriores similares. Hablando en términos generales, la estructura detallada de un animal y las pautas de actividad oscilatoria de un sistema nervioso se asemejará más a ese mismo animal que a cualquier otro. Así pues, la resonancia mórfica más concreta que actúe sobre él será la procedente de su propio pasado. (Nueva conciencia de la vida, p 261. Editorial Kairós, 2011). 

Por lo tanto, sea de la mano de la versión mitológica de la transformación del ser por sus tantas existencias pregonada  por las antiguas religiones de Oriente y de la Europa septentrional o de la mano de la versión de vidas conectadas desde distintos espacios y tiempos investigados por la física cuántica, lo empírico demuestra que somos seres atravesados por la vida unidos por hilos, líneas que componen planos de existencia, que tanto nos  salvan como nos atrapan. Venimos a innovar, no a repetir. La memoria de adherencia nos permite tomar la fuerza para  peregrinar por el camino de la conciencia del aquí y del ahora, huyendo de las telarañas que nos subyugan y animándonos a construir un destino único, original. 

 

(Obra de Ilya Piankov)