¿ El equipo se olvidó de invitarlo a la reunión de trabajo?

¿ La familia lo ignora? ¿ Jamás se encuentra en las fotos del casamiento ? ¿ El portero no lo saluda por la mañana? Su nombre no aparece en la lista de los convocados? Aunque parezca increíble, usted se ha vuelto invisible. Haga lo que haga, invente lo que invente, si no asume su  nueva condición, transitará por la existencia cada día más  confundido.

La invisibilidad, para el chamanismo norteamericano y el Raja Yoga hindú  es uno de los más altos dones de la sabiduría , fruto de la práctica constante y el ejercicio de la voluntad. La capa de plumas de cisne de la diosa Freya la hacía desaparecer ante los ojos de todos.  Quienes logren desplegar con criterio sus beneficios podrán conocer los secretos del Universo y  las verdaderas razones que motivan las decisiones humanas.

Cuando logramos ese estadio evolutivo, al revés de lo que solemos pensar, es porque alcanzamos una  vibración por encima a la del grupo al que solemos interactuar . El medio, incapaz de moverse de su vibración habitual,  cercena a  quien lo motiva a crecer, a lograr nuevos objetivos,  a disfrutar de una  sexualidad verdadera y, como mecanismo negador , invisibiliza a quienes superan su propia marca y lo instan a  salir de su zona de confort.

Lejos de sentirnos excluidos cuando eso sucede, debiéramos sentirnos feliz.

El primer paso es observar quiénes lo excluyen y tratar de entender las razones por la cuál no toleran sus opiniones, su crecimiento y sus logros. Luego, analizar si prefiere ésa relación o grupo o  el ser que nació de su propio cambio. Es sabido que para volar alto hay que sacarse el peso de encima.

El segundo paso es observar qué secretos revelan su ser invisible. Cuando cerramos una puerta, el Universo se encarga de abrirnos otras tres . Allí encontraremos no sólo la revelación de muchos misterios, sino que conoceremos a personas nuevas, acordes con nuestra nueva condición, menos prejuiciosas, más felices,  creativas  y realizadas.

El tercer paso es aprender a disfrutar de la invisibilidad. Genios de la lámpara, hadas y semidioses lo lograron. Esa es la prueba de que su trabajo interno lo elevó por encima de la vida chata y previsible que tiene toda manada.

(Ilustra obra de Christine Rhee, The sea)