Las victorias de Méjico ante Alemania y Japón ante Colombia, el empate de Portugal y España, el mal desempeño en la primera fase de los equipos sudamericano marcan una nueva tendencia en los Mundiales : el destaque del fútbol alternativo. Sin jugadores de renombre y técnicos que se asemejan a los papás sustitutos más que a empresarios de la bolsa de valores, los equipos “emergentes” arrancan sonrisas y nos piden una reflexión. ¿ No será que los miles de millones que mueve el fútbol ya no son suficientes para definir una clasificación? La escalada de la violencia en las canchas en los países en dónde operan sin tapujos las hinchadas organizadas, llegando a causar muertes, la venta de entradas en negro, la red que se extiende desde los trapitos que cuidan el auto del que va a disfrutar del partido en vivo hasta los palacios de gobierno, la venta de drogas a cielo abierto y los pasajes gratis a la Copa del Mundo parecen sufrir una crisis de poder. Recordemos que equipos como Italia y Chile no llegaron siquiera a pisar Moscu.
Sabemos que en la etapa de Octavos de Final el sueño del débil se irá desdibujando y quedarán los equipos con inversión y presencia histórica. No obstante, al amante del deporte le queda ésta lección que ojalá no olvidemos. Los negociados no mejoran la calidad del fútbol de ningún país. Los jugadores famosos, desmotivados y semidioses, necesitan más que un contrato de seis cifras para brillar. Ojalá ésas estrellas rutilantes , con sus pelos teñidos y barbas de peluquería recuperen la pasión que los hizo alcanzar la gloria terrenal y salgan de la domesticación propia de aquellos que ya lo tienen todo.