Los hay de todos los modelos: narcisistas, ególatras, abnegados, victimizados, sojuzgadas por sus cónyuges, quiénes ponen a los hijos como maestros ascendidos, las que no les po
nen límites, pero la tipología más doliente son los padres tóxicos. Suelen llegar a la maternidad/paternidad por caminos no buscados , sea por mandato social , familiar o por un libreto que ellos mismos escribieron de lo que deberían ser y de modo rígido toman el rol asignado, sin cambiarle una sola coma al guión. Los padres tóxicos cultivan el mal humor, la ironía y la indiferencia para con sus hijos como los jardineros lo hacen los las plantas del vivero. A veces ese comportamiento no se da con todos los hermanos, lo que causa un daño aún mayor al señalado. Ése, a su vez, tratará en su desarrollo de hacer todo para ganar el amor de sus madres, será hiperexigente consigo mismo y, si no se da cuenta a tiempo, heredará el maltrato como modo de expresar amor, sembrando el infortunio a su alrededor.