Hace muchos años empecé a escribir. No soy una personalidad de las letras, reconozco que mi don es la intuición, la lectura predictiva y la interpretación de los símbolos, pero me defiendo bastante bien con la palabra escrita. Sufrí varios plagios, gané dos juicios, llegué a arreglos en mediación, tanto por el tema en el que me especialicé, Runas y mitología nórdica, como en las novelas. De hecho La hermandad de las ballenas, sin ser un éxito en ventas, me redituó más por plagio que por derechos de autor. En 25 años de publicaciones, debo ser la autora invisible más plagiada de la Argentina.
La primera sensación cuando uno encuentra una idea, texto o proyecto copiado por alguien que se apodera de lo propio es la de sufrir una violación, mucho mas que la de ser víctima de un simple robo. Las ideas pertenecen a un territorio íntimo, sagrado. Es muy distinto a ser despojado de un objeto o causa material.
La segunda es la del “ninguneo”, algo parecido a ir a la comisaría luego de la violación y pasar a ser cuestionado por el agente que le toma la declaración . _ Está ud. segura? Quiere seguir adelante con la denuncia?
La tercera, la impotencia. Los autores que no somos best sellers no contamos con el aval legal de nuestras editoras. Tenemos que arreglárnoslo solos y , por supuesto, nos amedrenta el factor económico. Un juicio de plagio, que debiera ser un derecho para el afectado, pasa a ser una inversión riesgosa , ya que en él se involucran peritos, altas tasas judiciales y profesionales de primera línea. Los méritos son de todos, los fracasos, propios.
La cuarta emoción que nos asola es el enojo. He estado en mediación con medios poderosos que me llegaron a decir _ Y sí…lo hicimos. Siga adelante a ver si le dan la razón. Por fortuna me la han dado, en ocasiones después de años de lucha. ¿ A qué viene ésto? Por qué se me ocurrió esta temática ?
Últimamente observo que luego de dos, tres días de publicar en La Auténtica, una columnista de un gran diario argentino no sólo se inspira en la temática de la notas, detalle que no estaría mal, sino que reproduce frases enteras. Guardo celosamente cada una de ellas en mi página web, www.fabianadaversa.com y parece que ella lo sabe. Que esto le sirva de advertencia . Me encanta encontrarla en las fila de lectores asiduos, pero para todo hay un límite.