Afirma la psicoanalista Irene Meler que las mujeres exitosas no son eróticamente atractivas para el hombre. Eso explicaría porque miles de féminas bellas, jóvenes y realizadas en sus profesiones están solas.

     Autora de “Psicoanálisis y Género”, editado por Planeta, ésta mujer de mirada franca y larga trayectoria explica los entreveros de las relaciones humanas con una simplicidad digna de los sabios. Cuenta que cientos de miles de años fueron necesarios para que los roles femenino y masculino fueran asignados tal como los conocemos. Afortunadamente, en los últimos siglos, la revolución sexual e industrial nos ha colocado en un sitio de menor desigualdad con nuestros pares . Si bien la diferencia aún perdura, vemos sin sorpresa como  en Occidente la mujer avanza con independencia  hacia puestos de mayor poder en todos los ámbitos de la sociedad. No obstante, poco ha cambiado en el momento de la conquista. Una figura joven, inexperta y frágil al varón le resulta más atractiva en el momento de la elección de pareja que una mujer experimentada,  fuerte y solvente económicamente.
     ¿ Se sentirán más protectores? Viriles? Potentes? ¿Será una ley natural de compensaciones o una manera de perdurar la dominación de un género sobre el otro? Con el inconsciente no hay acuerdo verbal posible. Lo que podemos asegurar es que en la rueda viva del cambio evolutivo hombre y mujer van a tener que encontrar la manera de volver a entenderse con reglas más claras y justas. Roguemos al cielo que no tengamos que esperar otros miles de años más para que eso ocurra.