El famoso diario New York Times publicó una nota de la periodista Eleanor Stanford que tuvo un éxito tremendo . El artículo habló de las trece preguntas que debemos hacer a nuestra pareja antes de casarnos, alegando que si uno no las plantea de entrada, habrá problemas…
La primera es sobre la manera de resolver conflictos en la familia de origen. ¿Tiraban platos? charlaban o en el peor de los casos, ¿ hacían de cuenta que no pasaba nada?
La segunda es sobre los hijos. ¿ Querrá tenerlos? Cambiará pañales? Las nuevas parejas no se imaginan un hombre distante en la educación de los chicos o una mujer que trabaje doce horas por día.
La siguiente es sobre los ex. ¿ Pondrán obstáculos? Se terminó “en serio” o hay chances de que vuelvan a molestar?
La cuarta es sobre la religión. En muchos casos suele ser un punto disonante. Es mejor tener un plan, principalmente si piensan en tener niños
La quinta es sobre el dinero. ¿Tu deuda es mi deuda? Me sacarás de apuros o mirarás para el otro lado?
La sexta pregunta es inimaginable para nuestro contexto, ¿ cuánto estarías dispuesto a gastar en un auto? La agencia Hertz afirma que el valor de un auto indica una paleta enorme de objetivos y comportamientos en una pareja.
La séptima cuestión es ¿ aceptarías que hagas cosas sin ti? Vacaciones , por ejemplo… o una sociedad con una amiga…
Otra que genera disonancia es ¿ mis padres, te caen bien? Las temáticas familiares son las que más suelen disfrazarse y son las que merecen más importancia ala hora de aclarar puntos de vista.
La novena es ¿ qué tan importante es el sexo para vos? Estarías dispuesto/a a prescindir de él en caso de que uno de los dos sufra un impedimento?
La décima es con respecto a coquetear con otras personas. Está aceptado? Miraremos pornografía juntos o separados? O ninguno lo hará?
Ya en el final, se ponen un poco románticos. ¿Sabés cuántas maneras hay de decir “te amo”? Sabemos que las palabras se las lleva el viento.
La undécima es ¿ qué admiras de mí?
Infaltable la décimo segunda ¿ qué es lo que más te molesta de mí?
Y la última, el tiro de gracia, ¿ cómo me ves en diez años?
El que se anime a contestar el cuestionario, que pase al Registro Civil. El que no, que siga participando…