En el delirio en el que estamos sumidos hay un grupo de “esotéricos” que programan una refundación de la Argentina, alegando que la carta astrológica del país es la responsable por nuestros males. En el carácter de autora en el tema esotérico hace más de veinticinco años repudio tal acción   y niego mi participación en dicho encuentro . No somos todos iguales en éste rubro. La ignorancia y la superficialidad que imperan entre los pensadores del nuevo tiempo en éstas latitudes me obligan a manifestar que disto del facilismo con el que se manejan. Los que me conocen saben que adopté la máxima hermética que valora el silencio, el estudio, seriedad al abordar los temas espirituales. Me parece pretencioso pensar que  un ritual convocado por una minoría intelectual y snob pueda cambiar un destino que nos pertenece a todos y que, a la vez, nos hace igualmente a todos responsables. Considero que Argentina es un país fabuloso que crece a los tropezones, como suelen crecer las naciones y que los astros no le quitarán su destino de grandeza.

Ya son tres las personas que me preguntan ¿ vas?
No, no me gusta el circo espiritual.
Los cincuenta y cuatro años que porto saben que no es la primera vez que los “iluminados” tratan de refundar espiritualmente la Argentina, que vuelven a elegir Córdoba como patria espiritual (Tucumán y todo el noroeste no son top para los brujos de turnoy que al haber fallado estrepitosamente, eligen una fecha sagitariana para el nuevo intento.
 Me averguenza pensar que personas que  manejan simbología sagrada y dicen ayudar en la evolución de los demás   tengan una visión tan angosta de la realidad. Éste es uno de los motivos por el cuál los intelectuales serios se apartan del esoterismo y nos consideran poco serios. Y lo somos. Como no me siento en absoluto representada por ésa corriente desopilante,  escribo éstas líneas. Renuncio a la superficialidad, a la egolatría, a la visión ignorante de la historia . Y sobretodo, renuncio a convertirme en un personaje de la  comedia buffa que la new age intenta escribir.