Regina es mi amiga de infancia. Jugamos al handball en la primaria, ensayamos pases de baile en la secundaria y nos confesamos lo inconfesable a lo largo de los años. La vida nos trazó caminos paralelos, ella en Brasil y la que les habla, en Argentina. La mirada espiritual la inclinó hacia la astrología, el reiki, la meditación. Aquí les dejo el último escrito de su muro. Casi cincuenta años de amistad amerita que compartamos este espacio virtual, inimaginable en la década del setenta. Con ustedes, Regina Lucia Alves Bezerra, amiga inoxidable, hecha de oro y plata.
Uno de estos días me enviaron una frase. Me siento rara cuando leo esas citas llenas de optimismo, que enarbolan el hacer el bien sin mirar a quien, sin tener en cuenta el contexto, las entrelíneas… Miro alrededor y recuerdo las noticias de la mañana, las que nos hacen sonreír el corazón y las otras, no tan agradables, las que podríamos cerrar los ojos, hacer de cuenta que no las leímos ni sucedieron, pero, con qué consecuencias para el alma ?
En lo personal, creo que estamos en la vida para presenciar nuestro tiempo, empaparnos de él aquí y ahora. Qué ganamos con esas fugas momentáneas? Tendremos otra chance como civilización? Todo el tiempo escuchamos que “el mundo está fuera de control”, no obstante, quién habla del mundo, ese orador omnisciente, somos nosotros mismos. Acaso no reclamamos mucho y hacemos poco para mejorarlo?
Estamos siendo llamados para emancipar nuestro tiempo, somos agentes de cambio, no obstante, queremos verlo a través de una ventana , en lo posible, al lado de un florero en una sala decorada , ajenos y sin compromiso , sin pasión.
Brasil, ábrete de piernas porque el enlace vendrá sin casamiento ni comunión de bienes! De seguir así continuaremos enmarañados , sin tratar de ver las entrelíneas, monitoreados por los caretas que exploran sin piedad la buena voluntad del crédulo y ejercen , subrepticiamente, otro tipo de control, el del entusiasmo de la buena gente.
Ilustra obra de Tarsila do Amaral.