Por más que uno intente detener el pasado, éste devendrá presente y de manera ineludible, el futuro se impondrá como nueva realidad. Lo que no pudo obtener la aplicación Uber por la reacción de los taxistas argentinos,  la logró Cabify.  Netflix puso en jaque a los cines y los videoclubes ya son una rareza. Whatsapp marcó la cancha a la telefonía celular y hay quienes ya no tienen  teléfonos fijos. Booking suplantó las agencias de turismo junto a Despegar. Ya no es necesario comprar CDs, Spotify se encarga de armar una lista acorde a la preferencia de los oyentes. Las redes sociales disminuyeron la tirada de revistas y diarios en papel en un cincuenta por ciento, Tesla hace pensar cuál será el porvenir de las automotrices. OLX fundió a las agencias de avisos y lo smartphones tienen la máquina de fotos incorporada. Chau fotografías analógicas, Instagram se transformó en álbum  y, a la vez,  tarjeta de presentación  Las oficinas de Correos son reliquias y el cartero devino una figura poética  que evoca a Neruda en el cine. Waze eliminó el GPS y el aparato que creímos que era un gran regalo para el arbolito de Navidad, quedó olvidado en la biblioteca. De ésa mejor ni hablar, mal que nos pese a los amantes del libro, la venta bajó un cuarenta por ciento y año a año aumentan las acciones de Amazon, la más importante librería virtual del mundo. Original Bank despolomó las operaciones de los bancos convencionales y You Tube hizo trizas la televisión tradicional. La nube sustituyó el moderno pendrive y los novios se encuentran en Tinder, el boliche quedó para los cincuentones. Wikipedia se transformó en la enciclopedia más liviana del mundo y se actualiza minuto a minuto. No faltarán las críticas a Daversa diciendo que el libro no morirá jamás, que Facebook es un arma de la inteligencia de Estados Unidos y que los teléfonos celulares son una herejía. No lo discuto, hay pros y contras en todo cambio. No obstante, el mundo en el que vivimos exige que nos adaptemos como individuos y como sociedad.  Y vos, que quedaste esperando la carroza  ¿ qué esperás para reinventarte?