El príncipe Mohamed bin Salmán, de 32 años, viene sorprendiendo al mundo por las reformas que ha implementado en el reino ultraconservador de Arabia Saudita. Desde que se puso al mando reabrió los cines, cerrados desde antes deque él naciera, firmó una ley en la que las mujeres podrán conducir automóviles a partir del 2018 y también dispuso que ellas puedan administrar sus propias empresas, sin el aval de un hombre.
Las medidas tomadas por Salmán para modernizar el país y lograr una mayor igualdad de género enojó a sectores conservadores, que lo ven como una amenaza a las reglas de la tradición islámica. Una mujer en la actual Arabia Saudita depende de la tutela de su padre, marido o hermano para estudiar, programar viajes, abrir cuentas bancarias, alquilar una propiedad, hacerse cirugías y un sinfín de cosas que parecerían absurdas a una occidental .
Ojalá el príncipe pueda sostener la decisión de moderar las costumbres del país que heredó, haciendo más feliz la vida de millones de hermanas saudíes que buscan mejores condiciones para desarrollar sus aptitudes, vivir en libertad y ayudar al armado de un mundo mejor.
Como dijo Michel Critchon, guionista del primer Jurasic Park, “la naturaleza se abre paso sola”. Nadie podrá detener por mucho tiempo lo que la evolución dispuso para sus criaturas.