A pedido de los lectores volveremos al tema de los Problemas X Inconvenientes. Lo que planteaba la nota anterior era algo sencillo, pero que no siempre tomamos en cuenta: de diez problemas que usted cree tener, en realidad tiene sólo uno. Los nueve restantes son puros inconvenientes. La nota también enseñaba a diferenciarlos.
Cuando tengo la oportunidad de encontrarme con los lectores, en charlas, café o seminarios, suelo recibir tanto elogios como críticas. Ambos son constructivos, el primero porque inspira a seguir escribiendo, el segundo porque alienta a seguir estudiando. Volviendo al tema de los Problemincov, palabra que nada tiene que ver con la Rusia de Putin, sino que fue creada por mi en el seno de la Auténtica Defensa, por la polvareda que levantó, me atreveré a contarles una historia.
Un amigo superó un cáncer este año. Festejamos la noticia con emoción , abrazos y al poco tiempo le pregunté cuál fue la enseñanza más valiosa de este tiempo de luchas que le tocó vivir. Mirando al cielo, emocionado por el torbellino de ideas que seguramente le revoleteaban por la cabeza,dijo: _ A darme cuenta que me hacía problemas por todo.
Al ver que el tema venía al dedillo con la teoría de los Problemincov, le pedí que me diera un ejemplo. Y no pudo ser mas gráfico.
_ Fui a visitar a un colega antes de que se largara el granizo. Cuando empezaron a caer piedras del tamaño de pelotas de ping-pong, me di cuenta que su rostro se transformaba. Le sugerí a mi colega que no saliera a la calle para evitar un mal mayor. Resulta que ambos teníamos el auto estacionado en frente y confieso que a los hombres la perspectiva de un daño en el auto nos puede desquiciar. Pero esta vez fue distinto. Le dije que lo que se resuelve con plata, no es un problema. No sé si fue por la medalla de superhéroe que la vida me puso en pecho , pero me escuchó . Nos hicimos un café y esperamos que la lluvia pasara. Todo pasa por alguna razón. Todo pasa.