Hay tensión entre los deportistas de primera grandeza norteamericanos y Donald Trump. Todo empezó cuando al inicio de un partido el líder de los San Francisco 49ers hincó la rodilla al piso mientras sonaba el himno de los Estados Unidos. Al final del certamen el jugador explicó que no se mantendría erguido en señal de respeto mientras sonara el himno de un país que oprime a los ciudadanos de raza negra, declaración que enardeció al presidente .
El protocolo ante el himno nacional el primo rico es bastante parecido al nuestro. En dónde suene hay que ponerse de pie, mirar a bandera de frente y el único gesto permitido es llevar la mano derecha al corazón en señal de afecto. La respuesta de Trump no tardó en llegar, ” quizá deba buscar un país acorde a su manera de pensar”. Desatada la polémica, ya son varios los deportistas que imitan el gesto de Colin Kaepernick. Incluso en millonario Shahid Kahn, dueño de los Jaguars, donó un millón de dólares a la causa de los rebeldes, mostrándose disgustado por los exabruptos de Trump, quién llegó el viernes pasado al extremo de insultar a la madre de Colin. Ya sabemos que la educación de ése señor deja mucho que desear. Elegantísimo, Le Bron James, líder por tres temporadas de la NBA declaró “era un honor visitar la Casa Blanca, antes que usted llegara”.