Uno de los  segmentos más interesantes del estudio de las runas es el conocimiento del comportamiento de las velas . Guarda, intencionadas,  celebración y justicia divina son los cuatro grandes grupos en los que se dividen. Desde los egipcios las velas fueron las responsables por representar en los altares  el fuego, elemento de Ra, el dios Sol. A partir de entonces todas las civilizaciones se encargaron de poner atención en las oscilaciones de la llama y sus efectos sobre la cera, sus formas, texturas y  cambios de coloratura.  El pabilo representa  el alma de quien o para quién se enciende el cirio. El casco, el cuerpo de la vela, la situación por evaluar o peticionar. El cráter, la superficie entre los muros y el pabilo, región en la que se manifestarán la mayor parte de los signos pasibles a ser interpetados por el runista: lágrimas, guardianes, perlas, larvas, llaves. Algunos cascos tendrán formas de flor, otros, de olas , catedrales, ruedas , según la ocasión  y cada vela tendrá una respuesta a una inquietud o  un consejo al que la tutoree . Sin embargo, lo más interesante no es el resultado final de una quema , sino el proceso que va desde el primer encendido hasta el momento en el que la llama expira. Las velas rúnicas jamás se dejan solas, se prenden y apagan sin soplar y deben ser veladas, entiéndase cuidadas, vigiladas, actitud que propicia una relación estrecha entre el cuidador y su objeto, a punto tal que llegamos a pensar ¿ quién cuida a quién? En el pasado, todas las velas estaban hechas con cera de abejas. Hoy no es fácil conseguirlas, pero en la Argentina se pueden encontrar y  las hay muy buenas. Las de guarda suelen ser blancas y no llevan grabados. Protegen la casa y el lugar de trabajo. En lo particular, no inicio mi jornada laboral sin prender mi vela de guarda. Las intencionadas estan aptas para focalizar pedidos de salud, trabajo, romance, proyectos. Solo los iniciados podrán grabarlas, para eso es necesario el  pleno conocimiento del alfabeto rúnico y de su alcance. Los que no hayan adquirido esos conocimientos deben recurrir a quienes sí los tengan. Las velas de celebración recuerdan fechas importantes, festividades, cumpleaños, aniversarios de personas que estan en el plano de la luz y querramos homenajear. Y las de justicia divina buscan restaurar el equilibrio perdido a causa de las deslealtades y traicióny se fundamentan en  el compromiso con la armonia y la evolución espiritual de los implicados.

Todo esto y mucho más estará en la nueva edición de El  gran libro de las runas que saldrá en breve bajo el sello de la editorial Kier, que desde hace más de ciento veinte años publica libros de sabiduría hermética, mística, religiosa y esotérica para los lectores de habla hispana y en la actualidad es  representada por un  grupo humano que nos hace sentir a los autores a gusto, con un bello y extraño  sentido de la pertenencia.