Ha llegado el día de las elecciones presidenciales en Argentina. Qué dice la suerte? Contrario a lo que se piensa, los Oráculos son un ejercicio espiritual y no métodos predictivos. Conocerlos nos expande hacia la conciencia del ser , nos prepara para la etapa posterior, nos permite aquilatar lo vivido y tener herramientas para la construcción de una vida plena. Si bien me dedico a las Runas, quise saber qué cielo nos toca para las elecciones presidenciales en Argentina . Con la ayuda de Silvia Canda, café de por medio, me deparé con una Luna Nueva en el grado 4 de Escorpio y oposición exacta de Urano en Tauro. Eso qué significa? Que la sanación, regeneración y descanso estarán actuando sobre todos los que trabajen a servicio del otro, priorizando el bien común y haciendo de esta experiencia colectiva un hito bisagra para pulir diferencias y acercarnos a realidades diferentes a la nuestra. Pensé en la Grieta y en qué medida ese desafío permite contactarnos con lo que nos molesta sin alterarnos. Y que la suerte no existe, es un engañapichanga para vender revistas. La realidad la hacemos entre todos.
Bajé los ojos a la tierra y consulté el Tarot. Gran sorpresa cuando vi al Ángel de la Templanza, mezclando líquidos de una copa a otra, sin volcar ni una sola gota. El Guardián, la Custodia del Cielo, el doble siete estelar, dijo algo curioso ( para quienes no están habituados al lenguaje simbólico, resulta una obviedad) , sin alas, no se puede volar. Respiré, aliviada. Entendí que esos líquidos que deben templarse somos nosotros, los Capuleto y los Montesco, sólo así desplegaremos nuestras alas. Cortar la conversación con un Arcano no fue cosa fácil. Empiezan a hablar telepáticamente, lo que no permite excusas para rajar. Hay que dejar que se agoten las palabras, cosa que puede demorar horas. Pasada la prueba, decidí volver al plan y consultar otro oráculo. Fue cuando tomé mi bolsa de Runas.
Con ellas hay otra relación. Hemos cruzado mares juntas, décadas, mundos. Vivimos un romance eterno y jamás me han decepcionado. La Runa que me eligió fue Ansur, la número cuatro, que corresponde a la letra A del Futhark , el alfabeto rúnico clásico. Es la Palabra, el cuaternario, la base sólida para que el cielo se manifieste en la realidad . Odín, el rey dios de los nórdicos, en su versión poeta, conversa con Hugin y Munin, los cuervos sagrados, cuyos nombres significan pensamiento y memoria. Entendí que de nada serviría el ejercicio de la ciudadanía sin que los animales sagrados de Odín nos aconsejen. Cada uno de nosotros tendrá su versión de la Historia, pondrá sus recuerdos en movimiento, combinará información, pero el reto es sentirnos movilizados, en otra palabra, inspirados . Como runa de elemento aire, pide que no votemos con el bolsillo, sino con las ideas que nos alimentan el espíritu.
La Luna, el Ángel de la Templanza, Odín , Hugin y Munin, qué tienen en común los tres idiomas simbólicos? Nos invitan a salir del táper, a votar con convicción, con amor y compromiso. Sanar heridas en lugar de fomentar venganzas, miedos , negarse con todas las fuerzas a perpetrar la injusticia. No importa cuál es su candidato elegido, sino la energía inspiradora con la que emita su voto y la fuerza con la que el corazón decida participar de acá en más de esta nueva etapa de la política argentina.
(Obra de Xul Solar, Ofrenda cuore)
